Una vez más, Mizar en Ávila triunfando. Esta vez con los chicos de segundo de ESO.
Esta convivencia se puede definir como rápida, intensa y bien aprovechada. Hubo tiempo para fútbol, pelis, juegos de mesa, desayuno comida y cena en los que no faltó de nada y, por supuesto muchas risas.
Todo comenzó tras el entrenamiento del viernes. Intentamos que dos despistados se apuntaran al plan a lo “paracaidistas” pero no hubo suerte. En ese momento salimos hacia Ávila, con las maletas a cuestas y una “cacho furgo” gentileza del colegio universitario Montalbán. Allí nos encontramos una casa flipante pero fría. Rápidamente pusimos a funcionar la maquinaria para calentar la casa y la cena. Esto último en un periquete: metimos cuatro pizzas al horno y en cuestión de 10 minutos ya estábamos a la mesa con el único objetivo de acabar todo.
Sin dar tiempo a la calefacción a hacer efecto, nos embutimos en mantas y nos pinchamos la peli “Guerra mundial Z”: peliculón.
A la mañana siguiente, un pedazo desayuno para celebrarlo y rápidamente nos pusimos a hacer 20 minutos de oración. El resto de la mañana estuvo protagonizada por el fútbol y los juegos de mesa. El plato fuerte (nunca mejor dicho) llegó a las 14h que nos pusimos a hacer la comida. Fueron Chema y Álvaro los encargados de cocinarnos unos espaguetis increíbles. Después, con los estómagos a punto de reventar (se nos fue de las manos las medidas de espaguetis y segundos platos), volvimos a enchufarnos otro peliculón, esta vez de miedo, por si alguno estaba demasiado relajado.
Terminamos el plan en Ávila city, un lugar frío e inhóspito donde buscamos un templo católico donde escuchar la Santa Misa, y lo encontramos en la Iglesia de María Madre de Jesús, a las 19:30h.
De vuelta en Madrid, esperemos que no se haga muy dura esta semana y pronto escribiremos el siguiente planazo en Mizar.