Los pasados 23 y 24 de Septiembre tuvimos en Meco el ya tradicional campamento para padres e hijos, un plan muy esperado tanto por los mayores como por los pequeños. El plan dió comienzo sobre las 13.00 del sábado 23 de Septiembre en Meco. Allí comimos los bocatas que nos habíamos traído cada uno y mientras los más pequeños jugaban un poco al fútbol, los mayores se tomaban el cafe y charlaban un rato animadamente. Después llegó el esperado momento del ceporrete donde además de haber las típicas preguntas de cultura general, hubo alguna prueba de destreza y coordinación y alguna que otra prueba de cultura musical o deportiva. La clasificación final acabo con un empate en el primer puesto entre Gryffindor y Poseidón.
Más tarde llegó el momento de los juegos tradicionales como el pañuelo o la varita mágica, que a pesar de ser bastante antiguos siguen siendo igual de divertidos tanto para los mayores como para los pequeños. Cabe destacar que a pesar de lo que la gente se pueda imaginar los padres estaban mucho más en forma que sus hijos. En el pañuelo ganó la dupla formada por Gryffindor/Rompehuesos y en el juego de la varita mágica triunfó el equipo de Poseidón. Ya por la noche cenamos y tuvimos uno de los tradicionales juegos de campamento el “Marco Polo – Genghis Khan” con una pequeña variante, pues hubo sustos incluídos gracias al payaso Chuki. Una vez acabado el juego pudimos irnos a dormir pues al día siguiente había mas cosas que hacer.
El domingo nos levantamos todos un poco cansados, desayunamos y jugamos el esperado partido de fútbol padres/preceptores vs hijos que acabó con un empate a 4 goles. En la tanda de penaltis el marcador se decantó del lado de los hijos que pudieron presumir de haber ganado a sus padres al fútbol. A las 12.30 tuvimos la Santa Misa a la cuál se incorporaron las familias y ya después tuvimos la comida familiar en la cuál disfrutamos de una magnífica fideua cortesía de algunos padres. Para finalizar la comida tuvimos el concurso “La mamá más dulce” en el que hubo gran variedad de tartas desde unas de chocolate hasta de frutas del bosque. Por último rezamos el Santo Rosario en familia y nos fuimos cada uno a su casa contentos y felices.
Adjuntamos unas fotitos de lo que fue el fin de semana: